Se dice que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer. Y en el caso de James Rodríguez, su madre ha sido parte importante en su historia. Fue ella quien desde chiquitico lo llevó de la mano hasta convertirse en el futbolista que es hoy en día. En exclusiva conversamos con Pilar Rubio Gómez sobre su vida como mamá del 10 del Real Madrid y de Juana Valentina, sus orgullos, sus miedos y la labor tan hermosa que está haciendo en su país a través de Fundación Colombia Somos Todos.
Estoy muy feliz de ser la mamá del 10, no sólo del Real Madrid sino de la selección Colombia. James es un “10” en todo. Es un excelente hijo. Más que orgullosa del profesional, estoy orgullosa de la persona. Me duelen las derrotas tanto como a él. Como padres quisiéramos que los hijos siempre ganaran pero así es el fútbol. Unas veces se gana, otras se pierde y hay que aprender a manejarlo.
La maternidad no me ha asustado. Cuando tienes un hijo, Dios te da la fuerza y te vuelves valiente ante todo. El único miedo sería no poderles dar lo que necesiten y que no cumplan sus sueños. ¡Aunque en eso James ha sido un bendecido! Soy consentidora, amiga. Sin embargo, soy mamá ante todo. Cuando tengo que hablarles claramente, lo hago. Considero que mi relación con James David y Juana Valentina es excelente.
Mis hijos me han enseñado todo lo que sé. A ser madre, a ser mejor ser humano. De James he aprendido su fortaleza mental y espiritual; y Juana es una niña con una personalidad muy definida. Mi consejo para ellos es que nunca pierdan la humildad, que nunca dejen de ser quienes son y pierdan su filosofía de vida.
Ser abuela es lo máximo. Salomé es una bendición de Dios y si bien no puedo disfrutarla mucho por las distancias, trato de estar en contacto todos los días. Es una bebé muy especial, lo más espectacular que existe en un cuerpecito tan pequeño. Ahora, James como papá es estricto. Ama a su hija. Es un papá cariñoso pero estricto cuando tiene que hacerlo. Confieso que me ha sorprendido gratamente porque a pesar de ser tan joven, está cumpliendo su rol de padre a la perfección.
Como hijo lo admiro mucho. James siempre ha sido un hombre con los pies en la tierra, muy bien ubicado y no ha cambiado su esencia. Sigue siendo humilde, chévere. Como hermano es súper exigente. Como esposo… pues uno ve las cosas desde afuera. Pienso que James y Daniela están viviendo una relación muy bonita, están tranquilos.
Soy la presidenta de la Fundación Colombia Somos Todos James Rodríguez. La misión principal es trabajar por la niñez, comenzando por el departamento del Tolima. Nuestra intención es llevarles un poquito de apoyo a esas criaturas que quieren aprovechar sus talentos, que quieren salir adelante y no tienen los recursos económicos suficientes. Si de algo me ha cambiado la vida, diría que Dios me ha dado más fuerza y ánimo para trabajar por las personas menos favorecidas. De resto, sigo siendo la misma; eso de “cambiar” está en uno. Me reconocen en la calle, pero la gente es muy querida.
¿Mi rutina de belleza? Voy al gimnasio todos los días a las cinco de la mañana. Me gusta mucho la peluquería, mantenerme arreglada, vestirme bien… En esa parte las mujeres somos un poquitos creídas, así nos identificamos. ¿A quién no le gusta estar linda? Trato de comer sano, de hacer mis ejercicios para mantenerme y sobre todas las cosas, la paz espiritual. Cuando estás bien con Dios, te realza más la belleza que cualquier otra cosa.