Alessandra Villegas, actriz y empresaria

Alessandra Villegas, además de contar con una carrera exitosa de actriz, modelo, animadora de televisión y ahora empresaria, pronto se estrena como mamá: un rol que, sin duda, viene a cambiarles la vida a ella y a su pareja, el también venezolano Daniel Sarcos. Conoce más sobre su “dulce espera” en esta linda entrevista. 

 

 

«Mi rutina de belleza ha cambiado drásticamente. Existen muchas sustancias que no puedo usar porque afectan directamente al bebé; por ejemplo, el retinol, que me lo aplicaba con día intermedio para eliminar las manchas y dejar mi rostro brillante. Ahora voy por opciones más suaves e hipo-alergénicas, como los sueros de ácido hialurónico y lípidos que me recetó la doctora Maribel Pedrozo en Miami; ella tiene su propia línea y estoy encantada. Aparte, mucho protector solar. Aunque me fascina la playa, el sol es enemigo de la piel.

Para mantenerme saludable durante el embarazo, estoy tomando mis vitaminas prenatales y ácido fólico. También trato de alimentarme lo mejor posible. Consumo muchos vegetales verdes y legumbres. No soy amante de las carnes rojas pero últimamente me ha dado apetito de comer proteína animal así que apuesto por pescados o pollo. 

Cuando me da antojo de pasta convencional la sustituyo por la de quínoa, acompañada con pesto. Estoy muy pendiente del agua que tomo. Con respecto a los ejercicios, he parado un poco porque mi embarazo es de cierto riesgo—padezco de una patología llamada fibromatosis uterina. Me operé para poder quedar embarazada y tuve que bajar la actividad física. Igual me mantengo activa, camino bastante, pero nada de alta intensidad».

 

 

«Prepararse para ser madre es una acumulación de todo lo que uno ha vivido; de recordar los consejos que mis padres me dieron; tomar lo mejor de mi crianza, de lo que he aprendido a lo largo de los años y hacer como un combo. No  hay un manual que diga cómo ser padres. Esa es mi filosofía. ¡Estoy disfrutándome cada momento! Me preguntan si el embarazo es como me lo había imaginado… Nada puede describir esta sensación de tener un hijo dentro de ti.

La gestación ha traído bastantes cambios en mí. Antojitos, claro. Me entran las ganas de comida típica de mi país, como arepas con queso y mantequilla o chicha venezolana. La barriguita crece, las caderas se ensanchan, te invade un poquito las celulitis, los senos aumentan… Todo avanza rápidamente. En la parte emocional, siento que estoy un poco más sensible. Escucho música de Venezuela y me pongo muy nostálgica hasta el punto de llorar. ¡Benditas hormonas! ¿Lo más difícil hasta ahora que ha sido? Debido a mi situación, el médico debe examinarme continuamente y siempre está el sustico. Es esa angustia de mamá que es un sentimiento nuevo para mí. Hablando de eso, creo que las mamás son seres de luz. Yo quiero ser una madre amorosa, compresiva. Como fue la mía, una mamá amiga.

Mi mamá es una de las personas que más admiro. Ha pasado por cosas muy difíciles, como la pérdida de un hijo a temprana edad. Es una mujer muy sabia. Lo que he aprendido, en parte, es por ella. Más que por consejos, por ejemplos. Al crecer, descubrí a una mujer que era mi madre, tan maravillosa, que diciendo poco aunque es muy habladora, me demostró valores importantísimos y lecciones inmensas de vida. La lección más grande que mi mamá me ha dado es simplemente ser».  

 

 

«Desde antes de embarazarme, siempre he sido muy maternal. Me imaginaba de mamá, cómo sería si yo tuviese mis hijos. Hoy en día es una realidad. Pienso más en él que en mí; creo que esa es una parte muy linda de ser madre, cuando empiezas a hacer cambios y esa personita va primero. De la maternidad no me asusta nada, más bien me causa emoción, ¡es una aventura! Esta novedad la esperaba con muchas ansias. Temor, no. El miedo es un buen consejero.

Darle una sola sugerencia a mi niño, para el futuro, sería limitarme. Lo que sea que vaya a hacer en su vida, cualquier decisión que tenga que tomar, le diría que siempre esté atento a su corazón. Le diría que el amor es el lado correcto en el que hay que estar, además de la honestidad y la sinceridad. ¿Más hijos? Me gusta vivir mi vida en el presente aunque me planifico en ciertos aspectos. Quiero tener el primero y experimentar, sentir cada momento».

 

 

«Estos casi ocho años con Daniel han sido de aprendizaje constante. Evolucionas como pareja, pero también aprendes y creces como persona. En particular, Carlota, su hija menor, es una gran maestra para mí. Tenemos una relación muy bonita. Cuando le expliqué que iba a tener un hermanito, le dije que el bebé está creciendo en mi barriguita pero que ella creció en mi corazón y por eso cada uno es especial de forma única.

Las madrastras siempre tienden a ser la figura mala del cuento. Curiosamente, en mi caso yo también tuve padrastros y madrastras. Vengo de una familia “moderna” en todo el sentido. Nunca olvido las palabras de mami cuando le pregunté si yo debía de querer a mi madrastra como a mi mamá. Me respondió que mientras yo quisiera a más personas así como lo hago con ella (mi madre) mejor ser humano iba a llegar a ser. Lo importante es entender que cada quien tiene un lugar irremplazable en la vida de los niños.

El lado complejo quizás ha sido aprender a guardar silencio; aprender que hay un límite; me ha costado pero lo he logrado conjuntamente con Daniel. Lo esencial es respetar a los padres pues al final de cuentas son los encargados de tomar las decisiones por sus hijos. ¿Qué consejo le puedo dar a otras mujeres en mi situación? Libérense de todo egoísmo. Cuando hay niños de por medio no es fácil el tema de las separaciones. Pero trata de dejar el egoísmo. Haz que el cariño por los chiquitos sea mayor que cualquier rencor hacia tu ex o a su nueva pareja».

 

Entrevista editada y condensada para mayor claridad. Realizada en noviembre de 2018. Fotos, cortesía de Alessandra.

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