La presentadora de televisión Jackie Guerrido es más que un rostro perfecto. Jackie es una mujer fuerte y luchadora que dio todo a su alcance por el bienestar de sus hijos Tomás y Adieny, ahora de 26 y 23 años. Con el corazón en la mano, la boricua te habla de su mejor papel: ser mamá.
Tengo tres pasos en mi rutina de belleza. Me lavo el rostro con jabón todos los días, me aplico cremas y protector solar. Me encanta tener la piel humectada. En mi vida diaria no uso mucho maquillaje y nunca me acuesto a dormir sin limpiarme la cara.
Me mantengo muy activa y de alguna manera, siempre estoy haciendo ejercicios ya sea cardio, yoga o hiking, dependiendo del día y de mi estado de ánimo. Considero que el ejercicio es vital para la salud y conservar el cuerpo sano y en forma. Mi dieta es súper balanceada, ¡la verdad es que sí me cuido mucho!
Yo no sabía que iba a aprender tanto de mis hijos. Me enseñaron a vivir mi vida sin importar lo que la gente piense; tampoco hago o dejo de hacer por temor a la opinión ni aprobación de otros. Me dedico a todo lo que le gusta, a fijarme y cumplir metas porque sé que siempre cuento con el amor de mis hijos.
No fue fácil convertirme en madre siendo tan joven. Apenas tenía 16 años y estaba en medio de la adolescencia. Sacrifiqué ciertas cosas, pero afortunadamente conté con el amor y apoyo de mi mamá. Seguí estudiando y criando a mis hijos. Logré avanzar en mi carrera y ser mamá al mismo tiempo teniendo mucha disciplina. Fue difícil por haber sido madre soltera, pero nunca dejé de hacer un trabajo por el otro. Mis hijos fueron mi motivación e inspiración para prepararme y salir adelante.
Mi mamá fue una mujer única que logró todo gracias a su valentía, disciplina e inteligencia. Fue madre soltera como yo y me sacó adelante sola, superando los obstáculos, manteniendo unida a la familia y además tenía tiempo para ayudar a los demás. Yo aplico sus enseñanzas con su propia familia. Mi mamá me enseñó a vivir con humildad, a no olvidarme de dónde vengo y a celebrar mi cultura.
Le temo a no estar presente. Aunque los míos están ya grandes, yo sé que me necesitan todavía y quiero seguir a su lado. ¡Quiero compartir los momentos más importantes que vienen en sus vidas! Si les preguntas a mis hijos, ellos te dirían que soy una buena mamá, cariñosa, perseverante, motivadora, que siempre los alienta a seguir y a cumplir todos sus sueños. No solo soy madre, también soy amiga.
¿Cómo soy de suegra? Bueno, yo siento que gané otra hija con la pareja de mi hijo y otro hijo con la pareja de mi hija. Los acepto y los amo porque fueron sus elegidos. Yo oro mucho y le encomiendo la felicidad de mis hijos al Señor. Soy muy creyente y tengo mucha fe. Mientras ellos sean felices, yo también lo estaré.