Es cierto eso de que los hijos son el reflejo de sus padres, y para muestra está Gabby Trucco. Carismática, luchadora y con los pies bien puestos sobre la tierra, la actriz y productora, no le perdió las pisadas a su madre, la presentadora puertorriqueña Giselle Blondet. Conoce un poquito más de ella, de sus sueños, obstáculos y cómo aprecia el regalo más grande que la vida le dio: su mami.
Mi mamá me ha enseñado a que todo es posible. No importa cuál es la meta, siempre se puede lograr. Ella me impulsa a ser tan luchadora y me ha inspirado muchísimo… incluso en mi carrera. Fíjate, ¡seguí sus pasos! Es increíble ver que a sus 50 años todavía está logrando éxito tras éxito. Desde chiquitica ha sido mi modelo a seguir. Creo que, en mis 22 años de vida, lo ha hecho muy bien y sería un honor ser “media mamá” de lo que es ella. Giselle es lo más grande para mí.
¿Cómo la describiría? Como la mejor de las amigas. Tenemos confianza pero también conoce sus límites. Sabe como ser mamá al tiempo correcto aunque admito que es bastante relajada. En cuanto a mi personalidad, creo que tengo una combinación mis padres. Últimamente voy más hacia el lado de mi mamá. Nos parecemos en todo. Hasta en la forma de hablar… me dicen que hablo como ella: los movimientos de la mano, la forma en la que cuento las historias. ¡En lo luchadora soy igual a mami!
Crecer en medio de la fama de mi mamá fue normal. Lo sentí como si nada obviando esos momentos donde la gente me preguntaba por ella. Siendo sincera, siempre me he sentido orgullosa de tener una mamá “súper estrella»; se siente un nudito en el corazón cada vez que veo gente que la aprecia como yo lo hago. Toda mi vida, desde que tengo uso de razón, ella ha estado en pantalla, pero hace poco fue cuando “entendí” lo especial que es Giselle Blondet para el público y la magnitud de su trabajo. No olvido que –hace poco, mientras viajábamos para promocionar su nuevo proyecto, Gi by Giselle— la miré y le dije “mami, te tengo que felicitar porque eres grande”. Todos estaban emocionados de conocerla en persona; alguien lloró cuando la vio… yo sólo pensaba, ¡es mi mamá, como puede ser que cause tanto revuelo!
Cada uno tiene su historia. Todos estos golpes –perder a mi abuela, sacrificar tiempo de no ver a mami, criarme con mis papás separados— me han hecho más fuerte, me han hecho crecer más rápido… yo tengo 22 años y me siento más madura con las cosas que he vivido. También me siento más cercana a mi familia, los aprecio mucho más y definitivamente las circunstancias malas me han ayudado a salir adelante como persona. Mi sueño, además de tener mis negocios, es estar en la pantalla grande. Yo quiero estar haciendo cine, a mí me encanta eso… es mi meta, mi objetivo. Yo siempre fui la más apegada a mami en ese sentido de su trabajo. A mí siempre me ha fascinado este mundo y le agradezco a ella por abrirme paso en él… ¡ahora es mi turno!
Con mi abuelita Alba tuve momentos mágicos. Yo la cuidé cuando estaba en el hospital y aunque ha sido algo terrible para la familia, a la misma vez nos acercamos muchísimo. Sentía que éramos como unas niñas, unas amigas. Nos divertíamos juntas y convertimos la tragedia en algo de broma, algo lindo. Nos la pasábamos haciendo interpretaciones de Gloria Trevi. A ella no le salía muy bien ¡pero igual se lo perdono! Ahora, los recuerdos lindos con mi mami también son incontables. Cantamos en el carro juntas, imitamos a medio mundo… esa es la especialidad de la familia. Debo confesar que todos somos unos vagos cuando estamos en la casa. Nos gusta estar en la cama tirados viendo películas. Como mi mamá, mi hermana y yo trabajamos, y mi hermano va a la escuela, la paz es estar juntos haciendo absolutamente nada.