Podría decirse que Lisa Price, fundadora de Carol’s Daughter, es pionera en su género. ¿Quién pensaría que esos momentos en la cocina, mezclando extractos de aceites e ingredientes naturales, la convertirían en una grande de la industria de la belleza? A pesar de su visión para los negocios, una exitosa carrera y tres hijos, Lisa no pierde sentido de lo que significa ser madre.
Trato de ser muy constante con mis regímenes de belleza pero a veces es difícil porque tengo un horario pesado. Sin embargo, existen tres cosas que no me pueden faltar: manicure de gel cada tres semanas, depilado de cejas cada seis semanas y pedicuras cada dos o tres semanas.
De resto, mantengo mi rutina al mínimo. Sólo utilizo maquillaje en cámara y para eventos importantes (después de todo, necesito dar una buena impresión). Ahora que tengo 51, uso corrector bajo mis ojos regularmente ¡o me vería más cansada de lo que estoy! Eso y un poquito de color en los labios es lo que llevo a diario.
El más grande consejo de belleza que aprendí de mi mamá fue su desapego al maquillaje. Mi madre sólo tenía una botella de base de CoverGirl, rubor, rímel, un par de labiales y, en algún momento, una paleta de sombras. Eso era todo. Con el tiempo nos dimos cuenta de que debemos botar los cosméticos cuando se vencen, pero mami los tuvo por años.
A mis 20 años, comencé a experimentar con maquillaje (más allá de los brillos labiales y delineador. A mi mamá no le gustaba). En esa década, a mediados de los 80’s, no habían tantas opciones de bases de mi color y cuando mi mami me decía que “me acostumbrara a como luzco” no lo entendía. Ahora valoro sus palabras –el mejor tip de belleza siempre será “ámate de la forma que eres”.
Tengo tres hijos –dos adolescentes de 17 y 16 años y una niña de 7— y a pesar de su edad, los sigo viendo como bebés. Constantemente les recuerdo la importancia de hidratar y humectar la piel de forma continua. Tal vez tenga que “obligar” a los mayores a exfoliarse para ayudarlos con su eczema pero puedo decir que a los tres les encanta usar mi “Brown Sugar Scrub”. Con mis embarazos, yo, la amante de las fragancias intensas, no pude tolerar esa clase de fragancias. Amo los perfumes, pero durante ese tiempo utilice notas sencillas como pepino, vainilla, naranja y lavanda. También, utilicé mis propias mezclas de aceites y mantecas porque era más fácil de aplicar… así fue como nació mi producto “Sexy Belly”.
Algunas veces extraño estar embarazada. No porque quisiera tener otro bebé (sé que ya eso es un capítulo cerrado para mi) sino porque es tan especial y hermoso que siento nostalgia. Probablemente, tu no vas a estar en gestación millones de veces en tu vida y tus bebés será bebés por tan poco tiempo… disfrútalo. Cuando estás en medio de la locura de todo, te puedes perder de cuan mágico esa etapa es para las mujeres. ¡Te aseguro que disfruté hasta las hinchazones! Cuando quedé embarazada a tan sólo 19 meses de haber dado a luz, amamantaba y corría de un lado a otro detrás de ellos –mientras construía mi negocio— lo último en mi mente era como me veía. Mantén tu estilo si eres madre, sí, pero en el gran esquema de la vida no recordaras esos momentos especiales lo que tenías puesto. ¿Ves? ¡Disfrútalo!
Mi filosofía en cuanto a manejar una carrera con la maternidad es simple –deja de tratar de ser perfecta y quererlo hacer todo. Aprendí que van a haber días donde seré una esposa y madre maravillosa. Otros donde seré la líder y fundadora de una compañía. Pero sólo existirán pocos momentos donde seré ambas cosas simultáneamente y está bien. Al final, todo es un balance.