No es secreto que las hispanas con piel morena tienen el más alto porcentaje de híper-pigmentación. Sin embargo, aquellas que pasan por grandes cambios hormonales –como embarazos— se llevan la peor parte del asunto. ¿Cómo tratarlas? ¿Cuándo acudir a un doctor? Sobre todo, ¿Qué hacer si no tienes el presupuesto necesario? Tranquila, nueva mamá –es posible ganarle la batalla a las manchas en la piel después del embarazo en menos de lo que piensas.
Tal vez este consejo haya llegado demasiado tarde pero siempre, siempre toma en cuenta que, por más genéticamente predispuesta que seas, las manchas puedes evitarse si te proteges del sol y de otros agentes externos. Al empezar el primer trimestre, asegúrate de cambiar tu rutina por una más “ligera”, dejando los químicos al mínimo. ¿Tu nueva regla general? Aplica y reaplica filtro solar cada dos horas –la medida ideal es una cucharada sopera para la cara, otra para el cuello y pecho y otra para los brazos.
Mientras estás en gestación, opta por remedios caseros como limón y bicarbonato o agua de perejil aunado a una buena rutina de prevención. Tras haber dado a luz y con la aprobación de tu médico, busca tratamientos específicos para la híper-pigmentación causada por cloasma (o “máscara del embarazo”) –usualmente, ingredientes como la hidroquinona ayudan a desvanecer las manchas; pero es importante empezar con un porcentaje de 2 a 4, de lo contrario podrías irritar la piel o causar más pigmentación. Prefiere los sueros que son más concentrados.
Tu doctor también podría recomendarte un porcentaje más alto de hidroquinona o ácido azelaico, tratamientos láseres o de microdermoabrasión o peelings químicos. Por supuesto, son medidas extremas que debes consultar con antelación. Según los expertos, las pacientes optan por alternativas más profundas cuando las manchas se presentan en zonas como las axilas, rodillas o cuello. ¿Qué puedes hacer en tu casa si tu presupuesto no te lo permite? En primer lugar, protégete del sol. Segundo, no está de más intentar con mixturas hechas en casa, además de exfoliarte cada dos días. Si todo lo demás falla, apuesta por uno o dos productos a la vez para evitar posibles alteraciones.
El blanqueamiento de la piel se ha puesto “de moda”, por lo que ahora encontrarás excelentes alternativas a bajo precio. ¿Lo más esencial? Constancia. Las manchas no se irán de un día a otro. Si tienes suerte, desaparecen por si solas; mientras que en otras mujeres, los tratamientos tardan meses y años en dar resultados. La efectividad de los productos de farmacia o de marcas comerciales va a depender de cada una ya que es más un juego de hormonas que otra cosa. ¡No te frustres!
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