Pocos saben aprovechar los triunfos y las derrotas como Rodner Figueroa. El venezolano se ha mantenido al pie del cañón, logrando conservar el cariño del público que siempre lo ha seguido. En exclusiva para Mamá Beauté, Rodner confiesa ser un consentido de su mami, Eucaris, y lo que viene para su más reciente proyecto, I Love Venezuela.
Mi rutina de belleza ahora es muy natural. Me enjuago la cara con agua fresca en las mañanas para despertar la piel y me paso por el rostro una esponja marina. Luego de secarme, me aplico aceite de argán de Kahina Giving Beauty, que he frotado previamente entre las palmas de mis manos para entibiarlo y facilitar la absorción. Por último, me protejo con un filtro solar de factor 40 de Elta-MD.
En cuanto a ejercicios, prefiero movimientos que enfatizan el uso de los músculos abdominales y los estabilizadores. Son ejercicios en los que utilizas varios músculos a la vez en un solo movimiento. Siempre comparto en redes los videos para que mis seguidores tengan idea y se motiven. Entreno usando mi propio cuerpo, con pesas y con ligas y procuro hacer 20 minutos de cardio los días que entreno. Cuando no entreno, trato de hacer 45 minutos de ejercicio cardiovascular.
Con respecto a la dieta, no me exijo mucho. Como de todo con moderación y cuando me quiero disciplinar soy muy estricto conmigo mismo. Al igual que cuando me doy gustos tampoco me pongo ningún límite. Tengo muy claro que si dejo de comer grasas, carbohidratos y azúcar, adelgazo en tiempo récord, pero también tengo un metabolismo estupendo y es gracias a la genética de mi papá.
Mi mamá significa todo en mi vida. Es mi mayor ejemplo. De ella he aprendido el amor incondicional, la integridad, la disciplina, el respeto, el profesionalismo, la bondad, su optimismo y su inmensa capacidad de estar siempre de buen humor y sonriente. Me ha enseñado que hay que mirar hacia arriba para alcanzar las metas y también mirar hacia abajo para estar agradecido por lo que tenemos.
Recuerdo que cuando algo se dañaba, mamá decía: «más se perdió en la guerra». Ese consejo de no preocuparme por las cosas materiales lo tengo bastante presente. Lo que verdaderamente importa está en el corazón. Fui muy mimado pero porque me lo gané con mi buen comportamiento. Yo no di dolores de cabeza, ni saqué canas verdes a diferencia de mis dos hermanos mayores. ¡Hasta la fecha mi mamá me consiente!
Y claro, ¡muchas veces me ha tocado darle trucos de moda! Lo último que compartí con ella fue comprar pantalones de maternidad que tienen elástico en la cintura. A sus 80 años mi madre opta por la comodidad y ese tipo de pantalón le queda fabuloso. ¿Qué tal es el “tío Rodner”? Consentidor pero no alcahueta. Amoroso y corrijo cuando tengo que hacerlo. Sumergí a mi sobrina en mi mundo de Snapchat y no hay cosa que a ella le divierta más que jugar con los filtros de la aplicación.
Lo que más extraño de Venezuela es el cerro El Ávila en Caracas. Te puedes quedar contemplando esa montaña embelesado por su belleza o también subirla y ver la cuidad desde el dominio de su altura. Por ahora sigo con mi proyecto. I Love Venezuela Foundation es una labor de amor y algo que me llena de satisfacción y orgullo. Siento que puedo devolver todo lo que el público me ha brindado. Nuestra fundación cree en la enorme capacidad de transformación a través del amor.
Nosotros levantamos fondos para ayudar a fundaciones en Venezuela en el área de salud, educación y desarrollo social. Este año la gala será en Miami el 15 de Octubre a beneficio de Amigos del Niño con Cáncer, Hogar Bambi (hogares para niños abandonados) y Construyendo Futuros (fundación de capacitación y empoderamiento de la mujer y prevención de embarazos prematuros a través de programas educativos escolares).