Tener hijos no significa perder el sentido de la moda –después de todo, la maternidad también debe vivirse con estilo. Pero, ¿cómo lucir bonita si tu día a día es tan agitado como un partido de fútbol? La receta mágica es simple: utilizar un calzado cómodo y atemporal que le aporte un toque trendy a cualquier prenda que uses… por más básica que sea. ¿Conoces los tipos de zapatos que no deben faltar en tu closet?
Botas
Sin importar la temporada del año, las botas suelen ser una excelente alternativa para las madres ocupadas. Debes fijarte que el estilo que escojas sea clásico con un “edge”. Piensa en los pequeños detalles como tachuelas, hebillas, tonos neutros que combinen con la mayoría de tu ropa (negro, gris, marrón o coñac son los ideales) o un acabado vintage. Lo bueno es que no tienes que gastar una fortuna –ahora es posible imitación de piel o gamuza por menos de $100.
Sneakers
Los zapatos de goma o sneakers ya no son considerados como símbolo de “flojera”. De hecho, decenas de marcas han lanzado versiones más femeninas que te ayudan a verte arreglada a pesar de –técnicamente— estar en tenis. ¿Qué buscar? Materiales como el cuero, gamuza o piel de durazno, diseños actuales como los “high tops” o con tacón cuña y colores que se ajusten a tu estilo. Incluso, ¡un par de Paseos pueden servirte!
Flats
No es necesario comprometer el estilo por la comodidad. Si estás cansada, embarazada o simplemente no estás de ánimo para un look estiloso, opta por los zapatos planos. Cuidado, no hablamos de las flips-flops. Dale elegancia a tu vestimenta (sin bajar el autoestima) utilizando flats con detalles únicos –lentejuelas, pedrería, lazos, hebillas, materiales exquisitos— que te hagan sentir como toda una princesa. Bien seas una profesional o una mamá de casa, prefiere los diseños puntiagudos o redondos.
Wedges
Un par de sandalias o zapatos con tacón cuña o wedges son perfectos para verte arreglada en segundos. Con ellos puedes caminar hasta la estación con tu niño, perseguir el autobús al darte cuenta que se acaba de ir y explicarle a la maestra porqué llegaron tarde… todo sin perder el estilo. ¿Así o más versátil?
