El yoga, como disciplina física y mental, es asociada con prácticas de meditación que proporcionan bienestar, además es de gran ayuda para mejorar el dominio de las emociones y la concentración, por ello, resulta una excelente actividad para los niños. Les permite mejorar la postura, al mismo tiempo que estimula su circulación sanguínea, pero lo mejor de todo es que se pueden divertir, relajar y compenetrar más con su entorno.
Es originaria de la India y la palabra representa el termino “unión”, haciendo perfecta referencia al acercamiento y conexión que experimenta el niño, principalmente consigo mismo, y por supuesto, con su alrededor, razón suficiente para que consideres practicarlo junto a ellos, mamá. Te presentamos una rutina básica de yoga con las más completas y sencillas posiciones, logrando sacarle provecho a sus beneficios y estrechar los lazos con los más pequeños de la casa.
Lo primero que debes saber es que la respiración es esencial, así que ten presente que durante cada posición se debe inhalar y exhalar a través de la nariz de manera pausada e intensa. Tanto el saludo al sol como el saludo a la luna son una secuencia de posturas que pueden realizar juntos de forma dinámica para dar la bienvenida al día o a la noche conectados, con energías y relajados.
Saludo al sol
· Comiencen inhalando de pie con los pies unidos y las manos unidas en el centro del pecho como señal de respeto al sol.
· Exhalen y bajen el tronco hasta tocar los pies con las manos, manteniendo la espalda recta.
· Inhalen y, mirando hacia abajo, todavía con las manos apoyadas en el piso, lleven un pie hacia atrás.
· Exhalen y mirando hacia abajo, lleven la otra pierna hacia atrás, empujen el piso con sus manos para llevar la cadera hacia el cielo, quedando en la postura del perro.
· Respiren profundo y en la misma postura, sin doblar los brazos, bajen la cadera, miren al frente y ya estarán en la postura de la tabla.
· Exhalen, bajando la cadera al piso y estiren las piernas. Con las manos apoyadas en el piso, inhalen y estiren los brazos abriendo el pecho y mirando al cielo.
· Apoyen los dedos del pie en el piso e impulsándote con las manos, levanten la cadera y lleguen nuevamente a la postura del perro.
· Inhalen y lleven un pie adelante a juntarse con las manos, luego traigan el otro pie adelante, quedando en la postura de la pinza.
· Inhalen y suban el tronco con las manos juntas, lo más arriba que puedas, y exhalen lentamente soltando los brazos.
Saludo a la luna
· Inhalen, bajen las manos hasta los pies para quedar en la postura de la pinza, inhalen y lleva un pie con un paso largo hacia atrás.
· Exhalando apoyen la rodilla de esa pierna en el piso, luego levanten su tronco y lleven la cadera un poco hacia delante.
· Inhalen y estiren los brazos con las palmas juntas hacia el cielo, quedando así en la postura de la luna creciente. Suelten el aire y bajen los brazos lentamente hasta colocar las manos a los lados del pie que tienes hacia delante.
· Finalmente traigan el pie que esta atrás hacia delante. Mientras inhalan comiencen a estirarse lentamente para quedar nuevamente parados.
Reporte por Eluz Vilchez