Desde los dos años y medio, Mia, hija única de Raúl de Molina y su esposa Mily, ha conocido el mundo. Privilegiada, sin duda alguna, pero como padre, Raúl sabe que el regalo más importante que puede recibir un niño es la oportunidad de ver otras culturas e impregnarse de sus costumbres.
Descubriendo destinos exóticos como Sri Lanka, Hawai, España, Bahamas y más tradicionales como Disney, Nueva York y San Francisco, Raúl también le ha pasado a Mia ese gusanito por las diferentes gastronomías mundiales, convirtiéndolo en unos de los papás más «cool» del medio. Sin embargo, la paternidad para el cubano no ha sido fácil: «confieso que me asusta cómo han cambiado las cosas alrededor de los años», conversando sobre la etapa de adolescencia de Mia, quién acaba de cumplir 15 años. A pesar de eso, Raúl espera que algún día su eterna niña pueda seguirle sus pasos. «No te estoy hablando de televisión, estoy hablando de la vida en general. De conseguir lo que quieres, nunca darte por vencido y siempre seguir intentando hasta llegar lejos. Así funciona esto. Darle y darle hasta que estás en la cima».
¡Disfruta de sus maravillosos momentos visitando cada rincón del planeta!