La dominicana Clarissa Molina se alzó con la corona de Nuestra Belleza Latina VIP, demostrando que su éxito no es mera casualidad. Conoce más de su rutina y de esa Clarissa que la gente no ve cuando se apagan las pantallas.
Llevo una dieta balanceada, no me cohíbo de comer nada, simplemente hay que saber qué y cuándo comer. Mi rutina de fitness realmente es Zumba. Me encanta el baile, me hace sudar y mantenerme en forma mientras me entretengo.
Pero la verdad, ¡mi mayor secreto es ser feliz! Lo que sientes por dentro es lo que irradias por fuera. De hecho, la Clarissa detrás de la televisión es como una “payasita”, tengo buen sentido de humor y me río a carcajadas con mis compañeros y familiares sobre tonterías. Reírse de una mismo es algo que debemos hacer todos.
Mi madre me ha enseñado que cuando uno le pone amor a las cosas siempre salen bien; también aprendí de ella a actuar con integridad y valores. ¡Y claro que sueño con convertirme en mamá! Pienso que sería una madre súper cool, como su mejor amiga, pero creando respeto ante todo.
Para mí lo más importante, al momento de perseguir tus sueños en este país, es la fuerza de voluntad de querer hacer las cosas. Tenemos dos opciones, deprimirnos porque no hablamos el idioma, porque te discriminan por ser Latinos o pararte, salir a la calle, tocar puertas ¡y hacerte sentir! En cinco años, yo me veo como empresaria y animando mi propio show o un reality de talentos.
De Nuestra Belleza Latina, aprendí a vencer mis miedos, a conocerme más, a darme cuenta que soy capaz de muchas cosas que ni yo misma sabía que podía ser capaz; que nunca terminas de aprender en la vida… Siempre hay algo nuevo.
En realidad, Nuestra Belleza Latina VIP no era una segunda oportunidad. El productor ejecutivo Nelson Ruiz dijo estas palabras el primer día que todas llegamos, «no es una segunda oportunidad, sino una NUEVA oportunidad». Eso me marcó y dije “voy a dar todo como si nunca había estado aquí” y así lo hice. Lo que pensaba en el momento de coronación era en todo el trabajo y sacrificios que había pasado, que sí valieron la pena.