La ley de la vida nos dice que, como generación, deberíamos llegar más lejos que nuestros propios padres. Al menos, es uno de los grandes ejemplos que podemos dejarles a los niños: el poder de creer en nosotras mismas, en pensar en grande y en alcanzar sueños a pesar de los obstáculos… Y eso implica, mamá, regresar a la escuela.
Quizás la maternidad te obligó a tomar un hiato en tus estudios o imaginas que, con el peso de una familia y una rutina diaria, empezar otra carrera o mejorar en tu campo es casi un hecho imposible. Sin embargo, estamos para confirmarte que las limitaciones sólo existen en tu cabeza. Hoy en día las mamás contamos con una plétora de opciones para capacitarnos educativamente, sin que esto impida continuar con tu rol de madre.
El cambio es una decisión. Así como tenemos el deber de cuidar y proteger a nuestros pequeños, también necesitamos entender que como madres, somos una lección viviente. De ti depende que el día de mañana esos niños miren atrás y se enorgullezcan de lo tanto que lograste. Ser mamá no es excusa; ser mamá es el motor para cumplir con tus anhelos.
¿Te has preguntado si es demasiado tarde para graduarte? La respuesta es simple; no lo es. Si la idea de conseguir un título universitario o una especialización ronda por tu mente, considera lo siguiente. Recuerda, basta sólo una acción para cambiar tu vida.
“Hace un par de años atrás comencé un camino espiritual y decidí que no sólo quería dejar una huella de carbón en este planeta, también quería dejar compasión. Quería regresar a la industria médica y darle de vuelta a mi comunidad. Así que un día, el cambió llegó. Honestamente no había entendido el tiempo y la energía que tenía que invertir en regresar a la escuela. Si no fuera por mi ‘viejo’ no lo podría hacer todo –sé que no le gusta ir a clases de baile o actividades después de la escuela de los niños, pero lo hace de cualquier forma. Una de las cosas que más amo de Virginia College es el horario, ¡me da chance de pasar las mañanas con mis niños! Y no puedo olvidarme de la ayuda financiera. El equipo de Virginia College me ayudó a encontrar todos los recursos para que sea más fácil pagar mi carrera. A todas las mamás les diría que se arriesguen. Serán una experiencia maravillosa, los altibajos de ir a la escuela sólo te hará una persona más fuerte. Y si tienes niños, guarda tus libros por un momento y escúchalos. Ellos son tus más grandes partidarios y buscan seguir tu ejemplo. Así como tú, ellos van a crecer hasta llegar a ser increíbles seres humanos. Tú estás marcando un gran ejemplo” –Mirelda Enriquez, estudiante, Diagnostic Medical Sonographer (mamá de Luna, 10, y Cyruz, 8)
Determina lo qué quieres
Si no terminaste la universidad por empezar una familia o si buscas cambiar de carrera y seguir tu verdadera pasión, toma en cuenta que debes ser clara contigo misma. Lo principal es saber, de corazón, qué mueve tus fibras y qué quieres aportarle al mundo. ¿Qué tal abrir un negocio propio que le asegure el futuro a tus hijos? ¿O por qué no atreverte a estudiar algo que siempre te ha llamado la atención?
Virginia College ofrece una variedad de programas entre Associates (técnicos), diplomas y certificados que se adaptan a tu horario sin comprometer la calidad de los programas. Alrededor del 6% de sus alumnos son de origen hispano, además de contar con 27 locaciones en 11 estados (incluyendo Florida, Oklahoma y Texas) haciendo aún más fácil la posibilidad de completar tus estudios superiores.
Oriéntate
Con esta economía, la duda de poder o no pagar una universidad es cada vez más fuerte. ¡Investiga, pregunta! A veces la peor lucha es la que no se hace. En Virginia College tienes la ventaja de saber, de frente, cuánto va a costarte la carrera (en ciertos casos hasta los libros están incluidos en la cotización). También cuentan con un departamento de finanzas que te guiará en el proceso –que no siempre es miel es sobre hojuelas— de encontrar préstamos estudiantiles, becas o subsidios para aquellos que califiquen.
Evalúa tus opciones y desde ya anímate a continuar con tus estudios alrededor de tu vida como mamá, bien sea con clases matutinas, vespertinas y nocturnas; y enfócate en sacarle partido a esta nueva experiencia. Al tener clases más pequeñas, Virginia College logra brindarte una atención individual que acelera tu aprendizaje.
Sacúdete las excusas
Niños, pareja, casa, trabajo, mascota y la cena diaria seguro que toman buena parte de tu día. ¿Qué mamá no ha querido encerrarse en el baño a “respirar” aunque sea por cinco minutos? Tranquila, es entendible. Pero aun así cuando estás segura de querer cambiar tu vida por completo, las excusas simplemente necesitan disiparse.
Rodéate de un “dream team” capaz de ayudarte con tus pequeños cuando estás estudiante. Tómalo como un me-time; se vale ser un poco egoísta, sobre todo si hablamos de tu futuro laboral y como persona. Cuando te sientas cansada, trata de encontrar la motivación en esos sueños que tenías antes de lanzarte al mundo de la maternidad, o sólo con verles la cara a tus hijos.
No te conviertas en una estadística más al dejar tu carrera a medio camino. Se perseverante, confía en ti y no temas pedir ayuda. Después de todo, mamá, eso no significa que somos débiles, sino que sabemos nuestro valor y lo tanto que merecemos seguir adelante.
Pavimenta el camino
Al final del día, completar una carrera universitaria es por tus hijos. Toda madre quiere llevar de la mano a sus pequeños y mostrarle un mundo diferente, y un título, una especialidad o una pasión te ayuda a abrir esa puerta. ¡Pero también es por ti, mamá! Somos mujeres con sueños, talentos y fortaleza –tres virtudes que se convierten en invencibles si así lo queremos.
Tomar la decisión absoluta de regresar a estudiar tal vez te llena angustia ante lo que no conoces; sin embargo, peor es el miedo de quedarte donde estás e irte sin cumplir con tu propósito. Para más información sobre programas, locaciones y cualquier otra duda, visita la página web de Virginia College. ¡Aprende al ritmo de TU vida!
“Desde el primer día todos los miembros de Virginia College fueron comprensivos. Me encanto el ambiente desde el instante que miré la escuela. Ellos trabajaron conmigo para que mis estudios fueran posible. Nunca había estado en una escuela donde los profesores pasen por tu lado y te pregunten ‘¿cómo están tus hijas?’ Haber encontrado una donde sí le importa mi familia y mi futuro, es algo muy especial. Mi hija Alina básicamente vivió en el hospital dos meses después que nació. Ella nació con varias enfermedades y problemas; la operaron para colocarle un tubo en el estómago y allí es por donde recibe su alimentación. Como mamá de dos niñas, y con la enfermedad de mi hija mayor, fue muy difícil y triste dejarlas para regresar a la escuela, pero decidí hacerlo porque mi futuro es el futuro de mis hijas. Yo quiero lo mejor para ambas. Mi mamá siempre me enseñó cómo luchar y salir adelante sin importar la situación en la que estoy. Manejar el horario de mis estudios es caótico, pero con la ayuda de mi mamá, mi abuela, y la enfermera de mi hija fue un poco más fácil para mí. Cada día pienso en renunciar porque es muy difícil cuidar a mis hijas, dejarlas, ir a estudiar, y aparte tener que ayudarle a mi mamá en casa. Sin embargo, yo siempre pienso positivo y me digo que sólo es temporal y que todo esto va valer la pena. Para las mamás que quieran regresar a la universidad, ¡háganlo! Es un paso grande pero háganlo sin vacilación. Es algo que te hace sentir orgullosa de ti misma, no nada más como persona, también como madre. Aun cuando sientas que tu mundo se mueve de arriba a abajo, en realidad siempre tendrás el control. Haz que tus hijos se conviertan en tu motivación y nunca te rindas. ¡Ser súper mamá sí es posible! –Maribel Reyes, estudiante, Medical Assistant, (mamá de Alina, 2, y Natalia, 10 meses)
Un ejemplo de superación: ¡Cree en tu potencial!
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Historia patrocinada por Virginia College. Las opiniones expresadas son propias del autor y los estudiantes. Imágenes de Shutterstock.