Geraldine Bazán revela cómo es su vida con Elissa Marie y Alexa Miranda, sus hijas con el también actor Gabriel Soto, y la importancia de comprometerse consigo misma antes de seguir adelante.
Creo que lo más importante para estar bella, de verdad, es una súper dosis de buena actitud y chorros de amor propio. Ya hablando de mi rutina, de ahí partimos a mantener la piel hidratada y cuando no estoy trabajando, prefiero llevarla sin maquillaje. Dejo descansar el cabello del calor de la secadora o las tenazas; y no me falta mi crema de contorno de ojos de La Mer, suero de Orogold, hidratante y exfoliante una vez por semana. Amo el suero facial. No me gusta que la cara me quede grasosa por la crema, así que la utilizo solo por la noche ya para dormir y el suero de día.
Tomo mucha agua, ¡es esencial! Me encanta hacer Pilates y dos veces a la semana –aunque no es mi preferido— levanto un poco de pesas, sobre todo para las piernas. Los abdominales también son importantes.
Para combinar todos los sombreros que llevo –de madre y de profesional— ¡es necesario mucho amor! –risas— no es fácil, claro. Amo mi trabajo y me encanta estar siempre activa. Ahora que soy mamá, agradezco aún más a la vida poder tener una profesión que me da la oportunidad de definir qué proyecto quiero y cuando realizarlo. Involucro mucho a mis hijas en mis ocupaciones así que, afortunadamente, he encontrado ese balance para seguir con mi profesión y no perderme ni un solo paso del crecimiento de mis niñas.
De ellas he aprendido muchísimo. Todos los días aprendo algo nuevo. Vuelvo a vivir cada experiencia como la primera vez a través de sus ojos. Aprendo día a día a respetar su autonomía, a reconocerme en ellas. Elissa es sumamente sensible y consciente de las personas a su alrededor, sobre todo de los más necesitados. Tiene un hermoso corazón. Miranda, la pequeña, es un torbellino que no está quieta ni un momento. ¿El hermanito o hermanita? En teoría suena bien “el niño”, pero en la práctica creo que sería complicado con tres –risas—.
Soy una mamá besucona, juguetona, exigente, regañona y sumamente amorosa. Pero también siento que lo más difícil de ser mamá es despegarte de cada etapa… Si algo es seguro es que van a crecer. Me asusta mucho, muchísimo, que algún día mis hijas no tengan salud. Es por eso que les comparto lo importante de llevar una vida saludable, de ejercitarse y comer nutritivamente. Mi clave del éxito, pienso yo, es siempre estar consciente de que antes de madre y actriz, soy MUJER; y que para que todo fluya a nivel personal y profesional, tiene que haber una comunión conmigo misma.
Trato de inculcarles que ser feliz es una decisión propia, que siempre sean fieles a sus ideas, a sus sueños y anhelos. Que sepan que es lo que quieren en la vida, pero aún más que sepan que es lo que NO quieren. Así como es hermoso tener un corazón bueno, amoroso y bondadoso, también deben ser fuertes y valiente. ¡Que sean unas guerreras! Justo como mi madre… Ella es la mujer más incansable que conozco. Para mi mamá no hay imposibles. Una mujer de carácter que nos sacó adelante a mi hermano y a mí sola.