Cualquiera que sea tu área en el campo laboral, el rol de mamá, además de gratificante, es también el más retador de toda mujer. Ser mamá es sinónimo de una vida movida con días caóticos, por eso estar cansadas se puede convertir en un estado natural y abrumador difícil de manejar. De hecho, es común que nos pongamos de últimas en la lista de prioridades. Pero, ¡es momento de que te quieras y te consientas! Te enseñamos a reducir el estrés y relajarte cuando eres mamá.
Duerme bien
Jamás subestimes la importancia de dormir. Una noche de descanso pleno es esencial para vernos radiantes, recargar energías, despejar la mente y prepararnos para todas las actividades del siguiente día. La falta de sueño tiene repercusiones en la salud, afecta nuestra capacidad de concentración, eleva los niveles de estrés y acelera el proceso de envejecimiento. ¡Tu sueño debe ser sagrado!
- Si eres mamá primeriza y diste a luz hace poco, aprovecha los momentos en los que el bebé está durmiendo y hazlo tú también, tanto en el día como en la noche. Si tienes la ayuda de tu pareja o algún familiar, no temas en descansar cuando sean ellos quienes lo estén atendiendo.
- Si tus niños son mayores, créales el hábito de irse a la cama temprano todos los días; además de favorecerles a ellos, te estarás haciendo un favor a ti misma. Como recomendación, cuando sea tu momento de descansar puedes poner música relajante con bajo volumen e incluso meditar por unos minutos antes de ir a la cama, así tendrás un sueño más profundo y refrescante.
Realiza alguna actividad física
Hacer ejercicios tiene innumerables beneficios seas o no seas mamá. Sin embargo, cuando lo eres, las ventajas se intensifican y se traducen en mayor bienestar, tanto físico como emocional. Realizar alguna actividad física es fundamental para mantener tu autoestima alta, recuperar tu figura, despejar la mente y mejorar tu condición física.
Comparte con tus amistades fuera del hogar
A veces estamos tan metidas en la complejidad del día a día que nos olvidamos de la vida social… ¡Grave error, mamá! Aunque sabemos que puede ser complicado, con un poco de organización, sí es posible. Al menos dos veces al mes, reúnete con personas cercanas que te transmitan buena vibra.
Compartir con tus seres queridos o amigas de confianza te distrae y te saca de la rutina, y es una manera infalible de relajarnos mientras nos nutrimos el espíritu de experiencias y enseñanzas que pueden beneficiar la relación con los niños y tu pareja. ¡Mantente fiel a tu esencia y tu personalidad!
Regálate un cariño en la peluquería
¿A qué mujer no le gusta mimarse? La respuesta en evidente, así que no te olvides de hacer espacio en tu horario. Invierte un poco de tiempo en hacerte una manicura y pedicura, que si bien te da unas manos y pies impecables, también se convierte en un momento de paz para ti. Aprovéchalo y compleméntalo con un delicioso masaje relajante. ¡Quedarás como nueva!
Reporte por Eluz Vilchez.