Regalos de Navidad para niños: ¿Menos es más?

Llega la época mas bonita del año y con ella, toda la magia que envuelve la Navidad. Por supuesto, eso incluye la montaña de regalos bajo el árbol que usualmente reciben nuestros niños (yo sé la ilusión que nos hace, como padres, verlos tan emocionados, ¡¿te suena familiar?!) pero en un mundo que se vuelve cada vez más consumista y, si se quiere, desechable, deberíamos cuidar como una flor la esencia de los juguetes, sobre todo cuando se trata de los más pequeños.

Gracias a la publicidad y al mercadeo, se crean “necesidades” para vender alegrías que pocas veces duran más de una tarde. De seguro te ha pasado en algún momento… Pasillaneando por los anaqueles de las tiendas, quisieras tres o cuatro juguetes para tu bebé que tal vez te enamoran más a ti que a ellos. Peor aún, si pasamos las navidades en familia imagina sumarle dos o tres obsequios por cada tía o abuela. ¡Tendríamos, mínimo, ocho regalos por un sólo niño! Viéndolo desde una perspectiva más abierta, es demasiado, ¿no crees?

Y es que no somos conscientes del límite hasta que, al abrir todas las cajitas y bolsitas llenas de color, los niños apenas le prestan atención a sus regalos por unos minutos y sólo terminan “aprobando” (es decir, aquellos que los distraen por más tiempo) un par del montón. Entonces, ¿no será que las ganas de tantos regalos no es de ellos, sino más bien de nosotros? Podemos modificar este panorama obsequiando, realmente, lo necesario. Menos es más, y mientras menos juguetes “extraordinarios” tengan los pequeños a la mano, mayor es la posibilidad de incentivar y favorecer la creatividad de tus niños.

Pero no creas que estoy en contra de los juguetes, ¡en lo absoluto! Soy partidaria de los productos que estimulan y le permiten a los niños desarrollar habilidades. El juego es su mejor forma de aprender, así que démosle la oportunidad de crear su propio mundo. A continuación comparto contigo cinco juguetes que podría obsequiarle a mi hija en esta Navidad.

Mis 5 juguetes favoritos

Alfombra de goma: Antideslizante, lavable, ideal para jugar o gatear, aísla el frío o sucio del piso, permitiéndoles explorar de forma libre y segura, desarrollando autonomía. Lo podemos usar desde que el bebé intenta levantar su cabecita.

Cono de apilar: Permite el desarrollo de la motricidad fina, asociación, resolución de problemas, coordinación ojo-mano, atención y concentración, reconocimiento de colores y tamaños. En lo particular, Pau y yo también practicamos los números contando los aros que va apilando.

Libros y cuentos: Aunque sean pequeñitos y no comprendan del todo nuestras palabras, hacerlo les ayuda a desarrollar la creatividad, la visión, el lenguaje, la memoria y audición; pero lo más lindo es la conexión que se crea con ellos durante la lectura.

Figuras de encaje: Al jugar, aprenden a distinguir figuras geométricas básicas y colores, además, estimula el desarrollo de la inteligencia y creatividad, ejercita la motricidad fina y fortalece los músculos de la mano.

Títeres: Son divertidos, estimulan la vista y el tacto, desarrolla habilidades de interacción social, la creatividad e imaginación, aumenta su capacidad de atención y concentración, mientras favorecen la empatía.