Para nadie es un secreto que la maternidad es un momento transcendental donde los cambios emocionales y físicos son inevitables, cosa que para muchas resulta difícil enfrentar. Es muy común, por ejemplo, establecer comparaciones con el cuerpo que teníamos antes del embarazo, y esto nos lleva a desarrollar una percepción negativa acerca de nuestra imagen, resultando en otros problemas como ansiedad, estrés e incluso depresión.
Es muy importante mantenernos alerta, y así poder identificar lo que estamos sintiendo para tomar medidas y ser unas mamis felices. Después de todo, debemos sacarle el mayor provecho a tan linda etapa. A continuación te damos varios consejos efectivos para que puedas ser la mejor versión de ti misma y aumentar tu autoestima cuando eres mamá, recordando que aunque el entorno tenga que ver, depende de nosotras valorarnos y creer en esa capacidad de asumir los cambios con valentía y optimismo.
No intentes buscar la perfección
Como mamás, es normal cuestionarnos; ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Me habré pasado de la raya? ¿Estaré siendo muy permisiva? En ocasiones nos obsesionamos con ser la “mamá perfecta” con expectativas irreales que terminan por decepcionarnos y hacernos sentir incapaces. Relájate mamá, nadie es perfecto y no existe un manual para la maternidad. La idea es ir aprendiendo de nuestros errores y mantener presente que hay muchas cosas que sí hacemos bien.
La comparación es tu peor enemiga
Compararnos con otras mamás e incluso comparar a nuestros hijos con otros niños es algo que solemos hacer, ignorando lo dañino que puede ser. Ten siempre presente que cada quien es diferente y vive su etapa de manera particular. No intentes compararte o idealizar tu rol de mamá, piensa que cada individuo es un universo entero y tú eres la única autora del tuyo.
Regálate tiempo para ti sola
Sabemos que el tiempo se acorta cuando te haces mamá. Compartirlo equitativamente entre tantas responsabilidades no es tarea fácil, pero tampoco imposible, así que no te olvides de mimarte aunque sea unos minutos al día. Recuerda siempre que tú eres prioridad. En la medida en la que tú te sientas bien, podrás dar lo mejor de ti misma a quienes te rodean.
No renuncies a tus cuidados personales
La apariencia y estética personal nunca deben dejarse atrás. ¡No abandones tu régimen de belleza! Incluye productos estratégicos que se adapten a tus nuevas necesidades y te hagan sentir bella; mientras más te cuides, más a gusto estarás contigo. No te olvides de un lindo maquillaje y de usar tu ropa favorita, esa que te favorece ¡y te hace sentir lista para comerte el mundo!
Mantén una rutina de ejercicios
Los beneficios de realizar alguna actividad física son incontables. Dedica al menos 45 minutos de tu día a ejercitarte haciendo algo que disfrutes, puede ser una clase de yoga, Pilates, bailar o correr al aire libre. Mantener una rutina de ejercicios te ayudará a sentirte con más energías, a mantener los niveles de estrés controlados, a mejorar tu estado físico y por supuesto a recuperar tu tan anhelada figura.
Aliméntate bien
Luego del embarazo, muchas mujeres, en su afán por recuperar la figura, toman medidas extremas, lo que podría aumentar los niveles de ansiedad. Lo ideal es alimentarse sanamente y no desesperarse. Vive tu proceso sin forzarte demasiado e incluyendo a tu dieta vegetales, frutas y proteínas. Lo correcto es que sientas satisfecha sin ingerir demasiadas calorías. No seas tan dura contigo misma y dale tiempo a tu cuerpo. Para resultados sólidos, ponte en manos de un profesional y ten presente que, con paciencia y perseverancia, no hay imposibles.
Reporte por Eluz Vilchez.